viernes, 15 de abril de 2011

Conoce a tu hijo para motivarlo efectivamente





Muchos padres desesperados que tratan de motivar a sus hijos para que bajen de peso terminan traumándolos  sin darse cuenta, sin quererlo. El problema principal esta en que creemos conocer a nuestros hijos pero al motivarlos con técnicas que no se adaptan a sus necesidades demostramos que no los conocemos como debiéramos y ocasionamos el efecto opuesto. Un ejemplo claro de esto es la madre que pretende hacer que su hijo que esta pasado de peso y que tiene  problema de autoestima se ponga en forma metiéndolo en clases de natación o de deportes donde siempre fracasa. Esta experiencia puede ser devastadora para el Nino ya que tal vez el se sienta humillado enfrente de otros usando su traje de baño, o corriendo lento por su sobrepeso mientras juega al fútbol causando rechazos de sus compañeros de equipo. El hecho que su madre le obligue a ir dos veces por semana hace que la situación se trasforme en una actividad sumamente desagradable. En vez de obligarlo porque no te pones un minuto en su lugar. Imagínate tu en traje de baño en frente de todas tus amigas que no tienen problemas de sobre peso como tu. Si sigues forzando a tu hijo ha bajar de peso sin saber motivarlo, tal vez estés convirtiéndolo el un niño que  odie los ejercicios y se convierta el un adulto con problemas peores de sobrepeso. Imagina es estrés que tu hijo debe sentir en situaciones sociales si se siente feo, gordo, diferente. Si tu aumentas  esta presión obligándolo en vez de motivándolo puedes también deprimirlo.

Problemas como estos pueden ser evitados  si conocemos a nuestros hijos mejor.

4 técnicas para conocer mejor a tus hijos  y motivarlos

Lo primero que debes tomar en cuentan es la edad y la personalidad de tu hijo, ya que  lo que lo motiva varía de acuerdo a estos dos aspectos. Déjame darte un ejemplo encontraras que es mucho mas sencillo motivar a un Niño   de 6 años que a un adolescente. Ya que para motivar al Niño   de 6 años solo necesitas un juguete de su preferencia, pero para motivar al  adolescente requerirás que realmente conozcas lo que le gusta. La clave es conocer bien a tus hijos y sus gustos, miedos, retos cambiantes en un mundo muy avanzado del que tal vez desconoces mucho.


1.- Hazlo sentir importante. 

Busca  en lo que tu hijo es bueno y promuévelo sin encasillar detalles de lo que pre-concibes como lo bueno y lo malo. Es probable que tu hijo no pueda brillar en deportes escolares como los demás niños debido a su problema de sobrepeso, pero es buenísimo con los videos juegos. Muchos padres verían esto como una actividad muy negativa y obligarían a sus hijos a que dejaran de jugarlos entre semana, sin saber que solo con un poco de creatividad es posible transformar esta actividad adictiva en algo muy positivo.  Tengo una clienta que se sentaba a ver jugar a su hijo videos juegos y le decía:  “eres increíble en esto. ¡Todo un experto! ¡Estoy tan orgullosa de esta facilidad que tienes! Mañana podremos jugar otra media hora si haces  un compromiso conmigo y me acompañas a caminar por las tardes porque el médico me dijo que necesito perder unas libritas y me encantaría hacerlo contigo. Si haces las tareas, y caminas conmigo, te dejo jugar media hora todos los días”. Este trato resultó ser una bomba de motivación para ese Niño   que se convirtió no sólo en un maestro de los videojuegos a los ojos de toda la familia, sino en el entrenador y motivador físico de su mami. El niño no sólo terminó caminando junto a su madre una hora diaria, y perdiendo mucho peso, sino que hacía religiosamente las tareas apenas llegaba de la escuela para poder caminar y luego jugar. Su mami muy inteligentemente luego lo retó a hacer video juegos activos en el Wi-fit como tenis.  Su hermana mayor  se unió a la práctica y en tres meses todos perdieron más de 70 libras con cambios básicos en su alimentación. Pero lo más importante fue ver cómo otros problemas de comunicación se fueron resolviendo, y la guerra de los videojuegos se convirtió en la salida a muchos problemas que afectaban la salud de todos.

Otro aspecto fundamental que no puedes olvidar  es que tu eres la persona mas importante en la vida de tu hijo. Auque no lo parezca tu hijo ha seguido y copiado muchas de tu acciones y tú también deberás cambiar para ayudarlo a él o ella. Y ese ángulo de “necesito tu ayuda hijo para ser más saludable” puede hacer milagros y convertir a los más  pequeñitos de la familia en "coaches" o entrenadores y motivadores para ayudarte a perder peso mientras se ayudan a sí mismos.  

2.- Observa e investiga a tu hijo. Es muy importante que observes como tu hija se desenvuelve en su medio y como actúa con sus amigas, si es que las tiene o con otras niñas en ambientes sociales. Si tu hija  se siente acomplejado porque sus amigas de la escuela son delgadas, coquetas y deportistas, esta es una bandera roja que te ayudará a entender por qué  vive pegada a la computadora, aislada del mundo y nos las invita a casa o quiere pertenecer al equipo de cheerleaders de la escuela. No la humilles diciéndole “por que no tienes amigas,” o “en vez de estar todo el día sentada en la Internet, haz dieta y ejercicio.” Usa ese interés que tiene en la computadora para motivarla a encontrar videos de baile modernos online o de ejercicios en you tube o actividades donde debas mover el cuerpo y coméntale que te encantaría aprender con ella pasos de baile divertidos para mostrarle a los demás niños de la casa o a sus tías. Si tienes una hija que vive metida en la cocina tratando de ver qué preparas y probándolo todo frente al televisor, invítala a cocinar. Invítala a ver contigo el canal de cocina donde aprendes como preparar recetas deliciosas y nutritivas para después hacerlas juntas. No la desmotives  diciéndole que “solo piensas en comer, sal de la cocina”, mejor dile “puedes convertirte en una chef famosa con recetas saludables y deliciosas..!aprendamos juntas!”
Otro aspecto importante es saber cómo le gusta comer a tu familia. Si tu hijo como demasiado en momentos de estrés, es muy posible que lo aprendiera de ti  y fuera un “comedor emocional”. Trata entonces de que cuando estés estresada te vea caminar, planear a salir a dar una vuelta por el barrio e invítalo. Mas adelante te voy a dar recomendaciones excelentes para que motives a tu hijo y te motives a ti misma para servir de modelo positivo si comen para medicarse emocionalmente.
El siguiente aspecto que debes considerar es donde le gusta ir.  Si tu hija adolescente que esta en la flor de la vida solo quiere estar encerrada en su cuarto oyendo música, esta es otra bandera roja que te permite determinar lo  acomplejada que esta por su peso y prefiere relaciones donde no la vean. La manara de motivarla es compartiendo con ella donde se siente mas segura: en su cuarto. Comienza hablándole de tu día y pídele opiniones acerca de tus experiencias. Transfórmate en una buena amiga compartiendo desde su cuarto todo menos la comida, que siempre debe ser en la mesa. Luego poco a poco sácala de su guarida una vez descubras que otras actividades prefiere hacer. Hazla sentir que te encantaría que te acompañara a laguna actividad de vez en cuando. Recuerdo que los niños, sobretodo los pequeños, les gusta compartir tiempo con sus padres; y los pre-adolescentes y adolescentes, aunque se resistan al principio, lo disfrutan muchísimo si la actividad es de su agrado y te tienen al 100% prestándoles atención..
Si tu hijo solo quiere usar una talla mas grande que la de el, analiza que hay un mensaje  implícito  de que no está cómodo con su cuerpo y te está pidiendo ayuda. Sácalo a comprar camisetas y recuérdale que no está tan gordo y es de una talla menor, y motívalo con ropa de moda a alcanzar metas cuando empiece el programa.
Un observación importante es la de la manera como tu hijo tiene organizado y adornado su cuarto.  De repente por un afiche o póster en su recámara descubres que es fanático de una banda de rock que no sabías que existía. Puedes en el futuro motivarlo con tiquetes a un concierto, pregúntale sobre sus gustos musicales, aprende a estar al tanto de lo que le interesa siempre.

Muchas clientes han descubierto revisando la habitación de sus hijos comida escondida, o en el computador mensajes con amigos donde revelan complejos o miedos.
Toda esta información te dará una idea amplia de quien es tu hijo para que puedas comenzar el proceso de motivación cuando traces metas en este programa.


3.-  Escucha sus palabras pero especialmente analiza sus acciones. Una vez que tengas una idea general de como se desenvuelve tu hijo en su medio, necesitas aprender a escucharlo.   No solo debes escuchar lo que te dicen si no también debes seguir sus acciones. Si a tu hijo te dice que no le gustan los deportes, pero disfruta ver el soccer por la tele, posiblemente lo que no le gusta hacer deportes en publico porque se siente acomplejado. Por esta razón debes estar captando estas mensajes que traen sus acciones.  Si estas obligando a tu hija hacer ejercicios y te dice “mamá no me importa ser gorda,” pero su ídolo es una modelo con un cuerpo espectacularmente delgado, sus gustos te prueban lo contrario. En ves de torturarla obligándola a hacer ejercicios determina que actividades le gusta y crea una actividad divertida para ti y para ella.
Cuando observas que tu hija nunca quiere ir a las fiestas de cumpleaños en la playa con los amigas, tal vez descubres que tiene complejos de gordura y no se quiere quitar la ropa, no le sugieras hasta que pierda peso meterla en clases de natación. Ponte en su lugar y mejor recomienda otras actividades físicas como clases de hip hop o hazla la encargada de caminar al perro por el vecindario. Observa la cara de desesperación de tu hija cada vez que le dices que las vas a llevar a las clases de ballet.  Abre los ojos y percibe como tu pobre hija de 9 años se enferma de solo pensar que se tiene que poner la maya de baile y se siente fea, y gorda: acomplejada de su peso. Ponte en su lugar y imagina lo horrible que tu hija se debe sentir en frente de las otras niñas delgadas, frente a un espejo dos veces a la semana en la clases de ballet. En ves de torturarla de esta manera  cómprale un video de baile para que lo haga en casa, enséñala a hacer el hula hula, o a saltar lazo en privado mientras se pone en forma y  recupera la confianza en sí misma.



4.- Compartan actividades donde se diviertan juntos. Muy importante que cuando pienses en actividades de este tipo debes concentrar toda tu atención en lo que le gusta a tu hijo.  Si a tu hijo le encantan los insectos y tu les tienes fobia, te aconsejo que te llenes de valentía y visites museos con exposiciones de insectos o sencillamente haz excursiones al parque y observa la vida de los insectos. Todo es ejercicio, y todo son motivos de unión cuando los haces en familia. Caminar por un museo por horas cuenta como actividad física también.
Si tu hija siempre ha querido aprender a patinar y tu no tienes idea como, es hora de que aprendas con ella o de que invite a su prima o a una amiga y que lo hagan juntas los fines de semana. Si hijo le gusta montar bicicleta, monta bicicleta con el, paseen juntos por   tu vecindario o invita a amigos con edades similares a pasear con él.
Los gustos de ellos por más  insignificantes que parezcan pueden abrir muchas oportunidades de unión para que descubras otras, o para motivar las actividades físicas: Si tu hijo es fanático de la vida marina,  llévalo a caminar por la playa y buscando conchas y piedras con el; o vayan al museo. Mientras más hables con tus hijos, y más los observes, más ideas de cómo motivarlos con actividades, regalos y experiencias saludables vas a encontrar.  

No obligues a tu hijo a divertirse Este es un consejito clave.   Hace años atrás tenia un cliente que le parecía jugar tenis la cosa más divertida del planeta y quería motivar a tu hijo a que amara este deporte con él lo hacia, así que comenzó a obligarlo a tomar lecciones una vez a la semana y luego dos.  Después de un año el niño no solo odiaba el tenis si no otros  deportes. Motiva a tus hijos a competir, jugar y divertirse en el programa después de conocer bien sus intereses y quienes son realmente.